Obra representativa del Herengracht: Casa Bartolotti
En el tercer capítulo del canal Herengracht, decidimos seleccionar un edificio característico del canal y de la Edad de Oro de Ámsterdam: Casa Bartolotti.
Construida en el siglo XVII, aproximadamente en el año 1620, para uno de los comerciantes más ricos de la ciudad, Willem Bartolotti.
La Casa Bartolotti fue una de las casas más grandes de la ciudad en el siglo XVII. Está emplazada en un doble lote y justo donde el Herengratch se curva. La fachada de una anchura de doble frente presenta una ligera curva siguiendo la forma del canal. Se caracteriza por su fachada ornamentada, hastial y dos chimeneas esquineras en el techo. Presenta el típico ingreso de las viviendas de la época, descripto por Rybczynski: “Delante de la casa, ligeramente elevado sobre el nivel de la calle, había un amplio stoep, como un porche, con bancos, a veces protegido con una techumbre de madera. Allí era donde la familia se sentaba al atardecer a charlar con los que pasaban por la calle”. (Rybczynski, “La casa historia de una idea”, Capítulo 3).
Elegimos este ejemplo arquitectónico porque consideramos que cumple con las características edilicias de la zona, pero potenciadas. Por su inusual dimensión de doble lote y el particular gesto de su fachada. Si bien el canal Herengracht es parte de un plan mayor (Plan de los tres canales), las construcciones que se emplazan en sus orillas son fruto de la necesidad de viviendas, y son consecuencia de una expansión progresiva y de la iniciativa de una clase alta que entiende que tiene la capacidad de demostrar su poder y riqueza a través de la arquitectura.
En conclusión, la zona del canal Herengracht, esencialmente residencial, toma su identidad del conjunto de pequeñas operaciones, viviendas, todas con un claro patrón y elementos similares, como si de una composición se tratara, pero al final, cada una particular, que va formando progresivamente un todo. Este “todo” es el largo corredor urbano que acompaña las curvas del canal, y que, al ser recorrido, metro a metro, fachada a fachada, puede notarse tanto la regla como la excepción, pero sobretodo, cómo cada fachada, edificio, lote, vivienda, tiene su propia impronta, su propia intención de ser destacado y de ser reconocido.

